Somnoliento y cansado, sin embargo me animé a cantar mientras caminaba a la altura de Parque O'Higgins. Entoné canciones como casi nunca antes, sentí la potencia de una voz que niego siempre. Olvidé todo por veinte minutos y canté, jadeando entremedio. Mal ejecutado, pero contento y pensando "ya voy a llegar, ya voy a llegar"
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